viernes, 28 de octubre de 2011

terrorismo que duele

Soy de las que se alegran por el comunicado de ETA.
Que si, que hace falta que entreguen las armas. Por supuesto.
Que si, que la justicia debe seguir actuando igual que siempre. Porque son delincuentes y deben pagar por ello.
Pero yo me alegro porque estos impresentables han decidido que ya no van a matar más. Que no tendremos que llorar más víctimas, que enterrar más cuerpos. Me alegro mucho.

Soy de las que no se alegran por la muerte de Gadafi.
Que si, que era un dictador que ha asesinado a muchísimas personas y tenía que pagar por ello.
Que sí, que el riesgo de huida era grande y nadie quería que terminara su vida bebiendo piña colada en un país que le protegiera.
Pero yo no me alegro de ver cómo le arrastran, apalean, escupen, le pegan un tiro en la cabeza y le muestran durante días tirado en el suelo de una cámara frigorífica.

Y por último, soy de las que se alegran de la valentía de nuestros cooperantes españoles, que se juegan la libertad y la vida por ayudar a otros.

Que no, que no puedo entender a los que dicen  "que en España también se necesita ayuda"... porque no, en España no corremos el riesgo de morir de hambre, de enfermedades de cura conocida, de mutilaciones, guerras...

Que no, que no puedo entender a los que dicen que "se lo han buscado, por irse a esos países", que los cooperantes no van ahí por sed de aventuras, que van a ayudar, que son valientes y dignos de admiración.

Mi mayor ánimo para familiares y amigos.

Ainhoa, mi chapita del admiración esta vez va para ti. Vuelve pronto.