lunes, 23 de noviembre de 2009

La crisis del cuarto de vida

Circula por internet un mail en cadena sobre lo que llaman "la crisis del cuarto de vida".

"Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, pareja, etc...
Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato..."

Ciertamente, hoy me han felicitado muchas menos personas que cuando tenía 20. Pero también es verdad que me han llegado más felicitaciones sinceras que las tipicas "felicidades, que lo pases bien, un beso".
Y cierto es también que ahora tenemos que concretar fechas para celebrar cumpleaños, fiestas especiales etc con mucha antelación para que podamos asistir todos los amigos, y no le falta a razón al hecho de que prefiero mil veces quedar en el "Melendi" a tomar unas cañas con mis amigos, antes que salir a romper la noche de bar en bar (aunque de vez en cuando, también apetece).

"Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor."

Y desearías poder volver a llorar porque ya no le gustas a fulanito, o porque tus padres no te dejan salir hasta tarde, en vez de llorar por la muerte de un ser querido o la pérdida de trabajo de tu hermana.

"De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando."

Y de pronto me doy cuenta de que tengo 25 años, que por supuesto sigo siendo joven, pero ya no tengo 20.
Ya no puedo salir de fiesta tres dias a la semana (primero porque no tengo dinero y segundo porque mi cuerpo ya no lo aguanta), y mis preocupaciones ya no son: qué me pongo esta noche, ¿saldrá hoy fulanito?, voy a beber hasta perder el control, vaya mierda de exámenes...paso de ir a clase hoy, ¡me voy de compras con fulanita!

Ahora más bien me preocupo por: ¿estará bien fulanita? la noté triste el otro día, ¿cuándo podré independizarme? ¿amortizo el coche con lo poco que he ahorrado o me conviene más seguir pagando las letras? ¿hago el doctorado o me quedo con el máster a secas? ¿cómo puedo ayudar a mi hermana a conseguir trabajo?

A veces me siento sola y otras, creo que me sobran los amigos y no puedo atender a todos. Y tengo 25 años, aún puedo seguir haciendo las mismas locuras que hacía con 20, pero por el rabillo del ojo veo asomándose mi primera casa, quizá una boda, quizá el primer niño...

Y qué queréis que os diga, me muero de miedo, pero también me muero de ganas de comenzar una nueva etapa.

25 años... un cuarto de vida.

No hay comentarios: